No dejemos que el espacio sea roñoso, poblémoslo al mismo tiempo de encuentros idolátricos y de sus propios enigmas.
Hagamos que las piezas no encajen al principio, pero después, según las vayamos viendo y procesando, integrémoslas a fin de que adquieran resonancias visuales de lo vivido y acontecido.
En realidad, es una lucha plástica para que un lenguaje personal cubra un entorno de verdades del caminar de hoy, sin que ello obste a que su constitución vaya acoplándose con misterios vivos en la forma y el diseño, en la realización de una ficción cuya sustancia es la longitud que, adentrándose en esas obras, alcanza la comprensión de la mirada.
Parece como si el italiano GUERRESCHI hubiese oído a Kirchner:
«El pintor transforma en obra de arte la concepción de su experiencia. Con un ejercicio continuo aprende a usar sus medios. No hay reglas fijas. Las reglas para la obra se van formando durante el trabajo, a través de la personalidad del creador, la manera de su técnica y el argumento que se propone….La sublimación instintiva de la forma en el acontecimiento sensible es traducida de impulso».
Pintar es descubrir a cada paso que todo forma parte de una ciencia
que aspira a la verdad, no a la apariencia,
por más que esa verdad no exista acaso.
(Carlos Marzal).
Me ha llamado la atención esta entrada de su blog. Por si algún seguidor, admirador de este artista pudiese estar interesado:
Vendo dos aguafuertes de Guiseppe Guerreschi de los años 1971 «Figura in piedi» y 1972 «Capriccio» esta última presentada en el año 1974 en La I Bienal internacional de obra gráfica y arte seriado de Segovia. Todo documentado. Proceden de una colección particular.
Muchas gracias.
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