Las texturas son tribulaciones y huellas espirituales con las que el ghanés EL ANATSUI elabora estas instalaciones de telas, porque en su desolada tierra es vano e inútil llorar por el espíritu; basta trabajar con él.
Fervoroso intimismo y profunda meditación. Poemas drapeados que retratan la existencia emocional de un continente que proclama plásticamente que entre hombre y tradición se produce la obra del futuro y el testimonio del presente.
En esos mantos hay miles de historias y cantos, territorios y pasiones, erosiones y leyendas, luchas y sangre, esclavitud y muerte. Pero están vivos, resuellan, irradian y acogen. Ahora se despiertan en virtud de que su condición dolorida y alegre a la vez no está vencida.
Carreras de líneas en fuga
de la prisión de los poliedros
a la libertad de las parábolas.
(Mariano Brull).
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