La pintura del trópico encuentra frecuentemente su refugio en una realidad fantasiosa porque quiere ver en ella un mundo al que no ha podido entrar ni salir, que es todavía un aval para un destino colectivo.
También es como un conocimiento cabalístico lleno de una luz que apague las sombras, de un ensueño o quimera que transporte la vida imaginándola como una esperanza cromática -compendio de creencias, exaltaciones y emociones- en la perseverancia en un relato de fe en un cada día de alba sumergida, en una cada noche de luna alquilada.
Para el dominicano NINA cada pieza, virtuosamente diseñada, tiene un misterio que entronca con leyendas, tradiciones y fábulas. Sus obras totalizan un cónclave de cuyos edictos se extrae todo un poemario imaginario que confía en la mirada y en esos espacios tan remotos de ella.
Hoy…El Tiempo…..Solos, sin ecuación posible. (Leopoldo María Panero).
Mes: septiembre 2013
ABEL QUINTERO / MIS HUESOS ESTÁN AHÍ
Es una isla que tiene acumuladas las perfecciones de un relato visual que siempre ha sido traicionado. Yo, QUINTERO, artista cubano, lo sabré bien, que así configuro un cuento imposible e impasible, en que el humor y la caricatura se expresan si componen una pintura de soledad.
De no ser así no se entendería la pasión que trastorna a los insulares, el tapiz verde de su espesura, la visión de su desazón y el son surrealista de su representación.
Incertidumbres de ron, tabaco y caña. También certidumbres viejas, mestizas y animistas vagando de horizonte en horizonte, en busca del follaje de la piel viva y de mirada hambrienta.
Qué extraño maleficio no deja llegar la noche, oh deshacer, deshacer con un gesto el mundo…..
(Leopoldo María Panero)
DANIEL COTRINA (1966) / ¿DEBERÍA SER FIEL?
Hay una parte de la pintura del como sur que no se sujeta a vaivenes, más bien desde siempre diríamos que está agarrada a su historia, a su geografía, a sus raíces, a sus tradiciones, ya sean reales o irreales. Apegada a las laderas de sus montañas y a los vértigos de sus altos picos.
Y además, las fragancias cromáticas que emplea el peruano COTRINA son las dimensiones espirituales de ese mundo que no tiene toldos, que está abierto a las miradas sean o no interpretadoras de sueños mitológicos, de fábulas y ficciones que se narraron sin prisa, con el ensueño requerido y la visión a flor de ojo.
Es una pintura de muchos maestros y de un solo ejecutor, de muchas sabidurías y leyendas pero de una sola plasmación. Simplemente el relato camina y la representación va detrás dándole espacio, tiempo y forma.
Decidió pasar el resto de su vida dentro de un tubo de plexiglás. Para ello, creyó conveniente hacerse con un burro. A eso del mediodía los dos se encontraron en el mundo del plexiglás. Los habitantes entonaron himnos de bienvenida, hosannas, aleluyas.
Era, de nuevo, el Domingo de Ramos.
(Leopoldo María Panero)
MOISÈS VILLÈLIA (1928-1994) / MÚSICA EN EL AIRE
No es fácil descubrir que con el bambú se puede ilustrar todo un ideario de lo aéreo, toda una morfología etérea que toma el eco de un silencio sonoro a través de sus flautas.
En el catalán y artífice, por desgracia ya desaparecido, VILLÈLIA, el aire ya era por sí mismo la matriz de sus personajes articulados que se alzaban siempre como una raíz mitológica. Su ligereza los cargaba de ethos y nimbos.
Por tanto, no es necesario ir más allá para desentrañar lo imposible, en las formas queda patente la condición de su ser y la categoría de su sentido plástico. No hay que pedir más que lo que ya es suficiente.
Lo que pudiéramos llamar absurdas sinfonías de la imaginación.
(Leopoldo María Panero)
JOSEP UCLÉS (1952-2013) / URDÍ UNA LIBERTAD QUE AMABA
A Urdí una mirada libertina, ingenuamente libertina, la hice ascender a un espacio mestizo y allí encontré lo que andaba buscando.
Son esas historias que nunca te atreves a relatar, pero cuando las pintas desgranan toda su pureza de origen, sus misterios a desentrañar y su maldad de cruces con la mano extendida sobre cosas y personas.
Entonces viene la consagración, se encienden las luces, se conjugan visiones y se contemplan la mágica alquimia del color y la figuración. Ya no hay más que ensalzar ahora que te has ido, para eso está un culto que por querer alcanzar lo divino se ha convertido en un ferviente pagano.
Al amanecer los niños montaron en sus triciclos, y nunca regresaron.
(Leopoldo María Panero).
SANTI MOIX (1960) / NADIE SE INTERPONDRÁ
Ensamblar constelaciones, círculos, redes, engranajes, atmósferas, zooformas, claves. La lista sería interminable y la corriente pictórica, que se explaya en jubilosas notas cromáticas, no tiene desembocadura. De ahí que se concentre y se tome a sí misma como pretexto y locura creativa.
No es que el catalán MOIX vaya al encuentro de esas convergencias plásticas deliberadamente, no, no es eso, creo más bien que en el proceso de hacer el camino, le envuelven y le expresan su credo vivo, único y creativo.
Por eso, nuestras miradas no tienen que desvelar nada, todo lo contrario, han de dejarse llevar por estas obras que no regatean el encanto y la falta de crueldad de su codicia.
Algunos desesperados
sólo se curan con soga;
otros, con siete palabras:
la fe se ha puesto de moda.
(Antonio Machado)
VOLKER TANNERT (1955) / NO CERRÉ LA PUERTA
La pintura, decía Francis Bacon, es la muestra de un sistema nervioso proyectado en un lienzo. Y también algo más, añado yo por mi cuenta, algo que encierra vísceras y entrañas.
En lo que concierne al alemán TANNERT, el proceso creativo es una pura lucha entre lo espontáneo, lo imprevisto y lo pensado. Aparece con el parto de una coloración simbólica que no quiere sujetarse ni someterse en espacios que se buscan a sí mismos solos o con una mínima ayuda.
Y al final sus soluciones plásticas no son fáciles y quedan en la retina como unas imágenes que tienen más de proyección que de contextura, más de introspección que de exhibición.
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.
(Antonio Machado)
KARL HORST HÖDICKE (1938) / ¡A LA MIERDA!
El neoexpresionismo es una corriente inversa a todo lo instituido, no le importa más que lo fabrica carencias, desbordamientos, destrozos, vidas sin baile y sin sintaxis, pegotes, tegumentos grasos y un largo etcétera.
Conformar no se conforma con nada, ni siquiera con la nada, ni le interesa su estética de bragas sucias, ni su ración de chorizo de rata. Si le preguntáramos al alemás HÖDICKE, diría que pinta poseído por demonios y sátiros que le ofrecen inmortalidad y mirada para ver lo más siniestro de lo humano. Quizás no sea para tanto pero eso es ya otra cosa de la que hablar y otra connivencia de la que tratar.
No es, por tanto, una obra brillante y atrayente, mas desnuda más lo que está ahora despojado hasta dejarlo convaleciente.
En mi soledad
he visto cosas muy claras,
que no son verdad.
(Antonio Machado)
RUFINO DE MINGO (1953) / UN REFUGIO
El gran RUFINO DE MINGO me comunica desde París que ante los infortunios de la actual situación que padecemos, él ha optado por buscarse un refugio en su quehacer artístico, sin abandonar su actividad muralista.
Y ese cobijo se encuentra en retomar esos collages de flores pintadas o camufladas sobre fondos escritos, quizás porque el resultado forma una síntesis esbozada de signos con los que sosegar sus ansias y roturar otros ámbitos. Su espontaneidad pretende revelarnos la sencillez de una estética que se transforma con sólo sugerirla.
En consecuencia, en esas obras el artista ha depositado su deseo íntimo de amparo, su fragilidad visible pero no incapacitada para hacer de estas flores encantamientos de palabras verdaderas.
Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa.
Adivínala.
(Antonio Machado)
NURKA INURRIETA (1970) / ME DEJO LLEVAR
Decía uno de los más esenciales artistas españoles, Luis Fernández, que el pintor no comprende del todo su trabajo, que no todo lo que se refiere a su pintura está, en realidad, en sus manos.
Por lo que respecta a la obra de la cubana INURRIETA, ella cree saber que la preocupación intimista, inquisitiva, que evoca e invoca desde la oscuridad hasta la luz, que induce a la mirada hacia sí misma aunando distintas formulaciones de la forma, hace que esté en sus manos.
Pero no es cierto, no está en sus manos más allá de un quehacer que vincula su sentido plástico con un subrayado extático y prioritario, que conjuga lo poético con lo que aflora en el sentimiento. Que en su conjunto no es poco.
Mas cada cual el rumbo siguió de su locura;
agilitó su brazo, acreditó su brío;
dejó como un espejo bruñida su armadura
y dijo: “El hoy es malo, pero el mañana…es mío”.
(Antonio Machado)