La pintura del catalán MASSANA es una efusión detonante de trazos sobre la base de una técnica figurativa que cala hasta la sustancia táctil e incorpórea de lo representado.
Es una consagración de que tanto en sus retratos como en sus otra creaciones, la fuerza, la simiente cromática y el pathos conforman una obra que nos deja con una reminiscencia total a pie de boca.
Tal es su asimilación añadida del quehacer plástico, que solamente el cadáver de Francis Bacon nos deslumbra y conmueve debido a esa configuración que nos remite en un instante al pasado, al presente, incluso al futuro.
En el Metro vi a un hombre inmensamente bello
que miraba a los hombres como se mira a un pedo
en la calle vi a un hombre atrozmente hermoso
que tenía en la frente la cifra de justicia,
el blanco 5, el blanco número
que dividió a los cielos.
(Leopoldo María Panero)