- En la cubana CUENCA, pintora y grabadora, la sombra y la apagada luz son las significaciones de una plástica esquemática, que tiene un propósito ontológico de no ir más allá de lo que nos define y al mismo tiempo nos desconoce por completo. Casi no tenemos forma o simplemente somos formas hechas de subsistencias, de cuerpos que están dispuestos a dejarse absorber por esas rayas que actúan como veladuras y entierros.
Hay secretos que no se desvelan y que se mantiene ocultos en esos fondos y cascadas, en esas cuevas y cuadrados, para los que la función pictórica hace de figura intermediaria. ¿Cuántos serán en un tiempo inmensurable?
De mí la historia nunca sabrá nada
pero me siento seguro, pues ahí fuera ladrando
desnudo, sus manos agarrando fuertemente los testículos,
tembloroso y lleno de frío
veo el recuerdo de un hombre que tuvo vanidad
y quiso conocer el misterio del mundo.
(Leopoldo María Panero)