Estamos siempre ante la duda, trabajamos y esculpimos con ella, es parte de nuestra lucha con la materia, de la mutación que siempre estamos exigiéndole para que sea nuestro interlocutor.
Pero a la hora de ir perfilándola vemos que toma un desarrollo libre, propio de nuestras mismas sombras, con unos personajes que otean, matan para redimirse o se suben a una moto enmascarados en una superficie hostil, ¿con qué objeto? Dejar en suspenso el hecho fundamental de su propia existencia.
El italiano VANGUI es muy apreciado en Japón, país que le ha dedicado todo un museo, quizá porque conecta con ese sentido oriental de que hay ciertas dimensiones y magnitudes en el campo de lo plástico que no deben perderse.
La noche es un cuerpo donde uno puede perderse sin alcanzar el poder de la existencia.
(Almelio Calderón)