Lo ha escrito Francis Bacon: antes, durante y después, que el posible significado quede siempre en suspenso de forma extrema y concreta mediante la figura. Así es como en estas obras de la valenciana BLASCO ese suspenso se da en las figuras, que son sinónimos de soledad, de silencio, de un tormento callado que no se ve en sus rostros pero sí en las atmósferas que las rodean.
>Bajo este vaporoso dibujo que sirve de soporte prodigioso a unas encarnaciones que ha concebido para hacerlas suyas, tan introspectivas, pero que hablan, incluso gritan, se percibe una claridad deslumbrante, aunque haya signado una poesía desterrada.
No hay azar en esta ofrenda sino una confabulación sobre el enigma, sobre la carencia vivencial que se desborda en una escenografía que lo cubre todo de misterio y mortalidad.
Por primera vea vez…me dolió el alma.
(Ana Isabel Serrano)