No se les ocurra negarse, extirparse o cerrarse a experiencias íntimas como las que propone el chileno GODOY. Busquen la forma de sintonizar estrechamente con estas obras.
Desde el momento en que toda vivencia visual es dinámica y el acto de concepción del artista es un instrumento de la vida, estos edenes apolíneos trascienden lo blasfemo, lo impío, el prejuicio constante, la simiente integrista, la apología de lo prohibido.
El preciosismo manierista, el homoerotismo, el hedonismo tanto en su vertiente plástica como en la simbolizada, muestran que hay momentos estéticos que dotan a la existencia de un nuevo significado, y este nuevo significado intensifica la vida con otros momentos estéticos.
¡España en luz, España de la muerte
y de la luz! Insolación. Luz. Patria.
(Carlos Bousoño)