Si se detienen ante la obra del chino MAOYUAN den de baja a su antigua manera de pensar y de ver, la que fue siempre suya, déjense vencer antes de posar su mirada sobre estos bustos desfigurados, desposeídos, encasquetados, callados, hibridados.
El artista, dando a Occidente su parcela de venganza, retuerce los ejes, destruye correspondencias simétricas, altera proporciones, destruye identidades orgánicas, no completa e intercepta o interfiere el modelado con morfologías extrañas.
Es un artífice de lo contracultural, de lo opuesto, de la simbología y de la forma desencajada, reprimida, ahogada en mutismos y reseca de lágrimas perdidas y no cuajadas.
La vida es demasiado importante como
para hablar seriamente de ella.
(Oscar Wilde)