Lo afirman y lo ratifico: quien contempla una obra de arte y se conmueve por lo que el juicio estético expresa, siente su vitalidad, su realidad, participa de un acto creador sin el cual la obra no existiría, desaparecería sin dejar huella.
Los trabajos del mexicano FLORES testimonian una carnalidad fantástica, un mosaico de sueños entre lo primitivo y la vivencia plástica del presente. Son crudos y alojan un confín más allá de la muerte, pero negando la metafísica de la misma.
Lo mismo que para Gauguin, la barbarie y lo ancestral suponen un rejuvenecimiento, una nueva manera de plasmar la condición de artista y sumergirse en ella.
Lo falso y lo verdadero son sólo formas de existencia intelectual.
(Oscar Wilde)