Decía Picasso que el arte es una mentira que nos hace ver la verdad. ¿Qué verdad? Quizá la obra del norteamericano CONNER haya sido una de ellas, una muy iconoclasta y repugnante, neodadaista incluso, aún admitiendo la opinión de otros en cuanto que es aquel que ha dado la puntilla al llamado arte contemporáneo.
En su día hasta el mismo Kropotkin señalaba que había que fundar nuevos enfoques que llevasen al simbolismo y a la abstracción. Este autor, en el presente, diría seguramente que lo importante es la destrucción de los mitos en que se apoya la sociedad contemporánea.
Respecto a esta propuesta todas las opciones son posibles excepto las que signifique una construcción estilística porque ya no es necesaria. La estética va por otros cauces, los que culminan en la creación de marcas y conceptos.
Cuando llegas con la palabra
a buscar entre los recuerdos
ya la suerte está echada.
(José Ramón Ripoll)
Mes: julio 2015
GASTON LACHAÌSE (1882-1935) / YO SÉ LO QUE ES UN CUERPO DE MUJER
El cuerpo de mujer es no sólo un depósito de supuesta belleza, también es una geografía que acumula o desacumula riquezas, búsquedas eróticas ilimitadas, protuberancias plenas de significación y fuerza intemporal. Y eso antes de Botero.
La obra del franco-estadounidense LACHAÌSE se regocija de esa potencia que emana de esas esculturas femeninas que son como invitaciones plásticas a compartir a través de la mirada, siempre que ésta esté dispuesta a darles el auténtico valor que poseen.
Conjugan armonía y decisión, vigor y gracia, altanería y sexo. Sus moldes son como roces y sensaciones dentro de un espacio íntimo y al mismo tiempo se levantan como ídolos de una creencia física sobre la naturaleza del placer.
Pero volaste ese momento,
esa justa posesión del espacio,
y a pesar de la muerte,
tu memoria descansa.
(José Ramón Ripoll)
VICENTE HECA (1945) / YA ME HE TRANSFORMADO
Tomamos la teoría básica de Albers y la aplicamos en lo referente a la experimentación libre de toda influencia o prejuicio. En este caso, el ilusionismo nace a medida que el proceso de pensamiento da con el núcleo de la representación.
El estudio previo de los materiales, de su simbología, de su significación y la familiaridad que conlleva nutre la experimentación continuada. El valenciano HECA formula su nítido mundo como un trabajo constructivo de experiencias no halladas todavía. La plasticidad debe ser prioritaria, el talismán con el que se adentra en esa genealogía también.
El encuentro personal en su obra se produce y acontece como una simbiosis de líneas cromáticas, superficies puras y un sólo aditamento que discurre como un emblema totalizando el conjunto, celebrando la ambigüedad de una realidad subyacente que lentamente va penetrando.
Se ha de borrar esta palabra cuando la miente otro.
En el instante en que se formen sus articulaciones
desaparecerá su sangre y el polvo quedará
como una tos en la garganta.
Es el principio de la muerte.
(José Ramón Ripoll)
OSCAR JOSÉ STÁFFORA (1950) / HUNDIR EN LA CARNE
Decía Fried que la tridimensionalidad de la escultura corresponde al entramado fenomenológico en el que existimos, nos movemos, percibimos, experimentamos cosas y nos desplazamos con los demás. Su corporeidad, aún en su forma abstracta, y la nuestra propia son las mismas.
Si yo como receptor reflexiono sobre mi propia capacidad perceptiva, sobre el efecto de determinadas formas sobre mí, parto, con relación a la obra del argentino STÁFFORA, además de unas determinadas coordenadas espacio-temporales, que se convierten en intemporales, en una biografía dentro de un contexto del horror.
Sus esculturas son tanto cuerpos como instrumentos; respecto a los primeros, unos vehículos metafóricos llenos de significados; en cuanto a los segundos, potros de tortura que horadan, pinchan, sajan, infligen un dolor que nunca ha cesado.
<img src=”https://goyovigil50.files.wordpress.com/2015/07/osc4stafforta-esculturas-en-la-calle-8.jpg” alt=”osc4STAFFORTA ESCULTURAS EN LA CALLE (8)” width=”490″ height=”546″ class=”aligncenter size-full wp-image-8049″ /> En definitiva, que según testimonio de Kropotkin, el artista no puede permanecer neutral en la lucha por la humanidad y la justicia. Arte y vida deben integrarse entre sí.
Entre las hojas de los libros
dicen que está vivo el destino
de quien sigue sus sílabas
con la misma pasión
que el ritmo de su sangre.
(José Ramón Ripoll)
RODOLFO ABELLA / SON SERES QUE DESCANSAN EN EL ESPACIO
Parecen fruto de una realidad exterior y no lo son. Parece lo que son y en cambio, si nos adentramos, parten de mutaciones que están vertebrando y articulando su interior.
El argentino ABELLA, en sus piezas escultóricas, utiliza una información precisa del objeto para señalar su íntima conexión con lo natural y con el concepto de supervivencia.
La madera de los bosques, sus ramas, su núcleo, traza raíces y venas por las que se llega a la vida, que se modela con un conocimiento sensitivo, convencido de que esas fuentes y esas savias pueden estar en peligro porque se han quedado sin el corazón de la materia.
Qué hermoso desplomarse por el hueco
infinito hasta rozar las alas de los nombres
que allí habitan.
Nombres que dan forma a los sueños.
Nombres que sueñan con la forma.
(José Ramón Ripoll)
LEONARD BASKIN (1922-2000) / UNA VEZ QUE HE MUERTO
Una vez que he muerto que me importa que mis fantasmas se apoderen de lo que ha poblado mi mente. Lo importante es que hayan sido tan consecuentes como hayan imperado en vuestras miradas.
</ Ellos son los que nosotros dejamos como huellas en nuestros espejos, los que celebran el sentido y el concepto ideal de nuestra belleza. Son forma y contenido.
href=”https://goyovigil50.wordpress.com/?attachment_id=8034″ rel=”attachment wp-att-8034″> El norteamericano BASKIN, grafista y escultor, es un subversivo de nuestro narcisismo inveterado, el que pone remedio plásticamente a lo que creemos que no somos y cuando la verdad es que eso es lo que somos.
La muerte es la otra cara de la esfera del sueño
y en torno a ella jugamos ignorando su nombre.
(José Ramón Ripoll)
CARLOS MÉRIDA (1891-1984) / SON FORMAS QUE SUSCRIBEN
En esas formas que viven en el espacio hay una delineación formal que partiendo de excrecencias cubistas con ciertos ribetes decorativos, hacen que sus texturas y alineaciones cromáticas se asienten sobre bases que están influenciadas por lo ancestral.
El guatemalteco MÉRIDA anduvo por allí y por acá, por todos los rincones, y de todos extrajo el imaginario que iba a ser su identidad definitiva. Quería que lo exterior tuviese antes una sedimentación interior con relación a sus distintos hallazgos.
Y lo consiguió mediante un concepto de síntesis que dimensionando, estructurando y fragmentando, lograse una obra de significado visual y espiritual iluminado y encarnado en el ser de su tierra.
En el fuego indeleble del abismo
navegan los secretos de las páginas muertas.
(José Ramón Ripoll)