- Un hecho constante, a lo escrito al respecto me atengo, ha sido y es la postura, la colocación corporal adoptada por el pintor en el acto de pintar: situarse enfrente del soporte (práctica habitual), con los ojos abiertos y fijos.
- En ese momento se acumulan los pensamientos, las creencias, experiencias, emociones y empeños que acarrean una comprensión amplia de su intención.
- Pero también hay algo más, como lo demuestra el argentino BOZ en su trabajo, como es la intuición de un sueño abstracto que nunca se borre, que su magia se agrande y se manifieste como una cadena de sucesos que al configurarse adquieran tantas vidas como trazos, brochazos y sedimentos.
Las
víctimas ignoran el lenguaje primero de su víctima.
(Juan Gelman)