- Estamos ante una cartografía inconmensurable asociada a una subjetividad lírica, que remite a la mirada a un poso de tiempo y espacio, a una espiritualidad que sabe significarse a sí misma.
- Para el ruso que se afincó en Francia, ZACK, la pintura es como un segundo yo en el que refugiarse mediante la puesta en acción de una voluntad creadora que hacía posible la infinitud abriéndose a lo tenue, vaporoso y sutil.
- Se deja plasmar lo incorpóreo como metáfora y simbiosis, como emoción y recato, como recitado y meditación. Es una abstracción que no se queda a medias, que ha cumplido su destino.
La razón flaca pide descanso en los dispositivos del presagio.
(Juan Gelman)