El vacío insondable del taoísmo no nos va a los occidentales, siempre queremos tenerlo todo ocupado, y si nos ofrecen un muestrario de percepciones sorpresa tanto mejor. Gottlieb consideraba que el artista es siempre, por su misma naturaleza, un creador de imágenes, y épocas diferentes exigen imágenes diferentes. El norteamericano ROBINSON debió entenderlo así ySigue leyendo «MARC ANDRE ROBINSON (1972) / MIS SILLAS HASTA BAILAN»
Debe estar conectado para enviar un comentario.