- El canadiense WITTFOOTH apuesta por una pintura del mundo animal como un signo plástico de reflexión y medida del encuentro de la estética con una naturaleza que se está cansando de ser agredida.
- Su imaginario, enriquecido por una formulación cromática de perfiles románticos y bordeando lo tenebroso, escarba en el efecto airado e híbrido de la ira ante la amenaza, de lo que todavía no es pero puede llegar a ser.
- Hay una pluralidad de significados que revientan toda la verborrea de lo superficial que en estas obras no tiene sentido. Hay, por tanto, un más allá genuino que encarna una verdad que no necesita enmascararse.
Porque el mundo avanza hacia un futuro pavoroso en el que ves salir a tus hijos descalzos por las calles de sangre y cristales rotos y seres crueles y biónicos. Y no puedes hacer nada porque estás atrapado en otra dimensión.
(Pablo García Casado)
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