- Son iconos fraguados como Frankestein. Pedazos de aquí, pedazos de allá, materiales que se dejan tallar en pos de una armonía, de un fin representativo que manifieste toda su voluntad de ser.

El cubano AGUILERA es un gran ejemplo en ese sentido, porque sin despreciar su labor artesanal, su domino del oficio, sino todo lo contrario, nos ofrece la vitalidad y el vigor de unas esculturas que habitan el misterio y el silencio ocultos.
Pronto se vio que la luna
era una calavera de caballo
y el aire una manzana oscura.
(Federico García Lorca)