El español GENOVÉS expone en la galería Pilar Serra de Madrid las entrañas de una quimera derribada. La perfección de estas singladuras de destrucción o construcción, la paradoja es inevitable, está en razón inversa a la desolación de un patrimonio de la cultura construido sobre ruinas, maremotos, orografías de una naturaleza que toma posesión de lo que es suyo.
La agitación marina no deriva, sabe lo que quiere y lo que hace; lo ficticio, a través de estas fotocomposiciones digitales y pictóricas, adquiere dimensión de lo real, con tanta virulencia que el espectador se ve abocado a estar adentro sin esperar a ser un superviviente.
Sin embargo, entre esas dos esferas en conflicto se establece un pacto por encima del acontecimiento, cual es un ideario de conjugación plástica, de semántica consustancial a lo que implica su imagen. Es así como nadan y surgen, se saben conductoras de unas acciones que…
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