- Dice Kosme de Barañano que la grandeza de una obra de arte viene determinada por su capacidad formal de mover en el espectador su innato sentido estético. Sobre esto último me asaltan muchas dudas, pues yo creo qaue a muchos ni con transfusiones se consigue.
- En estos retratos del portugués VITÓRIA, además de esa perfección gestual y visual que nos sorprende, se encuentran signos reconocibles y legibles de una humanidad líquida y existencial, tanto en su formulación estética como histórico-social.
- Lo mismo que en este caso podríamos hablar de una teoría de la estética de la recepción, podríamos también recurrir a C.G. Jung cuando sostiene que el artista es aquel que se ha sumergido en las profundidades salvadoras y redentoras de la psique colectiva…
Si el pensar no barre la casa por dentro, no es pensar, sería simple clarificación lógica en que se repite lo ya pensado desde afuera.
(María Zambrano)