- Es evidente que en muchos artistas se produce el fenómeno de la existencia de una sensibilidad acentuada que al principio no les afecta, trabajan con ella en la piel pero centrando más su interés en otras reflexiones y preocupaciones.
- No obstante, paulatinamente va penetrando, internándose hasta cubrir todo el espectro del quehacer plástico ya que como decía Croce «toda verdadera intuición o representación es, al propio tiempo, expresión». Y para ello es prioritaria una máxima perceptibilidad.
- Por eso la murciana ALMAGRO construye primero meticulosamente su orografía, la va texturizando, ofreciéndole dentro de una unidad topográfica espacios, accidentes, ríos, mares, montañas, etc. Como una poesía clara y luminosa que se mostrase en un continuo proceso de cambio. Hasta casi se puede escrutar el trasfondo panteísta, la significación de que la pintura por ella interpretada es la perspectiva de una dimensión que se nos está escapando y cerrándose en un paraíso ajeno a nuestra condición humana.
Nadie es testigo de esta sorda lucha
del hombre con el miedo,
del corazón con la ceniza,
de un ardiente deseo con su inutilidad.
(Francisco Brines)
Un comentario en “PAMEN ALMAGRO (1971) / NO TENGO PRISA PORQUE SÉ QUE NUNCA ACABARÉ”