Parecen fruto de una realidad exterior y no lo son. Parece lo que son y en cambio, si nos adentramos, parten de mutaciones que están vertebrando y articulando su interior.
El argentino ABELLA, en sus piezas escultóricas, utiliza una información precisa del objeto para señalar su íntima conexión con lo natural y con el concepto de supervivencia.
La madera de los bosques, sus ramas, su núcleo, traza raíces y venas por las que se llega a la vida, que se modela con un conocimiento sensitivo, convencido de que esas fuentes y esas savias pueden estar en peligro porque se han quedado sin el corazón de la materia.
Qué hermoso desplomarse por el hueco
infinito hasta rozar las alas de los nombres
que allí habitan.
Nombres que dan forma a los sueños.
Nombres que sueñan con la forma.
(José Ramón Ripoll)