- Declara el autor, el norteamericano STOEHR, que sus grandes retratos comienzan con una expresión ambigua, una mirada compartida y un contexto incierto. Mas intencionadamente, apunto, les confiere confiere escasa luz y sus ojos son demoledores.
- Utiliza colores metálicos e iridiscentes para a continuación gotear, cepillar, verter, fregar y escapar o alejarse para no inmiscuirse tanto y observar si les queda algo de vida o ya se está incubando el tránsito mortal.
- Lo cierto y verdad, es que, ante estos rostros, podemos entender que una obra de arte es un gran misterio, lo cual hace que toda interpretación sea inadecuada, aunque bien es verdad que no podemos evitarlo.
Las sensaciones se ajustan en nuestro interior bajo ciertos grados y tipos de comprensión hacia ellas. Hay maneras de entender que conllevan maneras de ser entendidas.
(Fernando Pessoa)