- Braque decía que nunca sabia de antemano cómo iba a ser el cuadro que acometía; cada vez era una aventura. Se planteaba una idea inicial, pero sólo le servía como punto de partida. Se trataba de dejar lo menos posible de ella, pues era algo vivo a medias. Por tanto, cuando el cuadro mismo comenzaba a vivir, la idea debería haber desaparecido.
- A las piezas de la polaco-estadounidense MONAT podemos aplicarle tal designio, aunque su especificidad en la invención de formas y pátinas cromáticas, no es cerrarlas, sino hacerlas volátiles, impulsarlas por medio de un movimiento que las supera.
- Al final consuman un marco óptico y plástico que es prueba de una fertilidad, no en el carácter revolucionario de sus contenidos, sino de sus características intrínsecas, las cuales materializan la fuerza y el encanto de la pasión por proyectar la contemplación más sensible.
Besos, labios, cadencias, soledades que aguardan, sienten la última realidad transitoria.
(Vicente Aleixandre)