Emblemas multicolores esféricos seccionados son la antesala y el logotipo identificativo de unos cementerios aéreos que el mejicano Orozco ha instalado y aposentado en amplios espacios desnudos con el fin de señalar la ingravidez subliminal de lo pesado, ya sea antediluviano o contemporáneo.
Se sustentan por el efecto quimérico de nuestras miradas, por los efluvios extraños de unas osamentas que conforman el raro placer de describir un territorio que nos toma por testigos participantes en este vértigo volátil erecto.
Mirar estos acontecimientos flotantes nos inducen a ondear y mantenernos como ellos, tarea inútil nos viene a decir el autor, porque son únicos y su individualidad, ésa que al final plasmó, sólo él puede detectarla.
- Es verdad que el creador hace de la coyuntura una oportunidad, del tiempo una perseverancia o inmutabilidad y del objeto o la criatura un misterio nítido, ante el cual es más esencial el contexto plástico que…
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