Francis Bacon tenía la seguridad que los colores no significaban nada por ellos mismos, necesitaban asociarse a algo más. Una vez asociados transforman su condición adjetiva o circunstancial en sustantiva.
Un color que es como decir que la obra de un artista puede estar determinada por el devenir histórico y por la personalidad de un pueblo, lo que no deja ser en cierto modo una máxima. Pero en el caso del costarricense CON WONG, maestro perfecto en su oficio, es una verdad jubilosa y telúrica.
Sobre la base de un vivir ligado estrechamente a la tierra, extrae la magia de su sensibilidad, el milagro de su fertilidad y exuberancia, la fecundidad y la belleza de su abundancia. Su propuesta iconográfica es casi etérea en su plasmación plástica, en su conjugación cromática, en la dinámica de un luz que nunca se apaga, que posee la iluminación de una naturaleza que se…
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