- Esa pintura que tiene en sí misma su propia referencia y que dentro de ella está incluída la del propio autor, necesita un espacio liso y plano para decantarse, un ámbito quieto y desnudo que requiera su presencia.
- El color, siguiendo la matriz de sus huellas, se va desplegando según las condiciones determinadas de un estado de ánimo concreto y muy poderoso. Cuando el desarrollo cala, el soporte es el inductor de una expansión cromática que sopesa su dimensión visual y su estrategia emocional y sensorial.
- El barcelonés BORREL sabe medir hasta un ordenamiento que yace en la superficie del mundo, y después no le ha costado dejar que continuase hasta tocar fondos y horizontes. Él querría que su pintura, sus texturas, sus conceptos, fueran hitos visuales que no se extinguiesen nunca. Y es muy probable que lo haya conseguido.
Suben altos, dorados. Van calientes, ardiendo.
Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.
(Vicente Aleixandre)