- Lo he dicho y lo repito: Alberto constituye una excepción por una parte y un adelantado por otra del arte español en Asia. En esta ocasión, será la exposición en la Karin Weber Gallery de Hong Kong a partir de este mes. Y las razones son obvias: una tan depurada perfección técnica no sólo seduce por el valor inmenso que aquí se concede a la pintura en sí misma, el cual sostiene, sin trampa ni cartón, todo el poder expresivo y emocional de estas obras, sino también por el hecho de que su andadura plástica resume la singularidad de un cosmos que viene a presidir el sentido de nuestra mirada y de nuestra memoria.
- Y también hay que darle un gran significado a que la superficie lo es todo, que ya no es tan válido un soporte que sea un continente con fronteras y límites. El espacio pictórico es universal y expandido. Asimismo, la genealogía de la texturización, la densificación, las yuxtaposiciones de capas, marcan un cenit en su elocuencia visual, en su registro y repertorio de engranajes de un discurso planetario.
- La concepción del artista es la de optimizar todos sus recursos y la de conferirles un asomo de sabiduría que como entes hallados y distinguidos, ellos se encargan de completar y reafirmar haciendo patente una abstracción lírica y una consagración al pensamiento y sensibilidad de un tiempo no prescrito.
Ondas hubo encendidas que agitadas cruzaron,
coloreadas como las mismas nubes que una dicha envolvieron.
(Vicente Aleixandre)