- Si quiero ser totalmente impío con la historia del arte nadie me lo va a impedir, máxime cuando estoy en posesión de recursos plásticos para que al mismo tiempo que me cago en ella, la hago más decente y consagrada.
- Cuando vienen a mi mente los espacios ya tengo configuradas las escenas con sus delirios a cuestas, con lo que es fácil para mí, como cubano y llamándome CARMONA, plasmar con un vigor desacostumbrado unas vivencias que les dejo libertad para acosarme.
- No reproduzco sus palabras, simplemente las imagino en virtud de un código que las pone de manifiesto, que es una semántica caribeña desaforada, enardecida, apasionada, rabiosa, que en definitiva es para que nos acompañe al abismo antillano y después nos dé en sacrificio.
Solo. Solo el mar, ya sin sueños ni espumas, permanece
fiel a su norma de verdad alcanzada.
(Vicente Aleixandre)