- Insertarnos en el contexto creativo del joven sudafricano MODISAKENG, autor de instalaciones, fotografías y perfomances, es enormemente difícil, por cuanto las imágenes que genera son como rituales muy enraizados en sus creencias e historia.
- No obstante, la fuerza visual de sus acciones nos implica y nos invita a ingresar en esos escenarios como las partes observadoras y asombradas de que esas tramas estén sucediendo ante sus ojos.
- Tales episodios son fruto de un talento muy minucioso en obtener unas improntas en las que no quepa perderse por imprecisiones, indeterminaciones o evasiones. Casi se puede decir que su ethos es la ostentación palpable de una fusión entre la práctica artística y su origen e identidad.
En meses que no tienen erre, ni pescado ni mujeres.