- Vemos estas piezas como si fuesen unas fotos aéreas de una geología que nos transfiere una imagen primigenia. Es como la dureza calcárea de una desolación que a pesar de que nos hiera su belleza espacial nos abruma.
- La china QUIANMEI endurece la composición matérica hasta que ésta exprese toda su integridad y consistencia. Sus valores plásticos se remiten a la dinámica de unas excavaciones en búsqueda de los orígenes de la tierra, tanto físicos como espirituales.
- La materia se hace así una fuente estética de referencia, de una presencia que más allá de la esencia de su visualidad, incita a una reflexión sobre los modos de entender la creación.
Al avariento y al puerco, después de muertos.