- Cuando un artista, gran dibujante, ilustrador y escultor, se hace con nuevos territorios, los espectadores, ante el impacto de este imaginario, nos sumergimos en lo que somos pero bajo otra condición y mirada.
- Estas obras, si por una parte son escalofriantes, por la otra revelan historias -que están señalizadas y colgadas- que nunca se habían tratado desde esta dimensión, más si cabe cuando lo animado e inanimado participan de la misma configuración visual e histriónica. Es decir son uno mismo o una misma.
- Así hasta rozar lo sublime, magnificando el sentido de una plástica que sobresale por sí misma, ya que los ángulos de su constitución son fruto de un nuevo código cuyo ADN es una banalidad tanto meditada como existencial.
Premio que en darse tarde, la premiador deshonra y al premiado agravia.