
- Están atrapados y su opción es el abismo. Por eso encajan en la que se conoce como una de las funciones del arte: la de crear y provocar turbulencias, en este caso amenazantes para una humanidad que sin darse cuenta se encuentra frente a frente al despeñadero.

- De eso debe saber mucho el guatemalteco LEIVA, porque sus esculturas esquematizan un espacio mínimo para unas figuras que apenas se sostienen en él. La convicción sobre un grupo que se aferra a una salida que no existe.

- Se trata de una alegoría desnuda acerca del extravío, de la soledad compartida, del miedo simultaneado, del fin entrevisto, de la angustia callada.

- Arrojaron sus cuerpos desde el cielo,
- borraron cada nombre, pero es todo
- un arma la memoria de los mares.
- (Carlos Schilling)