
- Señalaba Sebastiá Miralles que la escultura habla desde el silencio y es testimonio real de las conclusiones temporales con las que el escultor navega por el mundo.

- Y así es como el vasco José Luis ÁLVAREZ VÉLEZ, antes de ponerse a navegar, dispone y procesa los utensilios obtenidos de distintas materias, pues es en función de su contextura que él pueda absorber su poética, su forma, después de construir un contenido que comunicar.

- Una vez consumada tal dinámica, la obra impone su dominio, su fuerza, su color, geometría, realidad y universo plástico, dejándonos una irradiación significante que contamina todo el espacio circundante. Ya no hace falta ir más allá.

- Pinto de un balazo
- mi boca ensangrentada.
- Tu luz no vale nada
- y acabaste de nacer
- muriendo a medias…de mi brazo.
(Tomás Martínez)