
- Martin Heidegger indagaba en el enigma hasta creer que daba con él, por eso sostenía que el establecimiento de la verdad en la obra de arte consistía en el traer delante (crear) a un ente tal que antes no era todavía y que después no volverá a ser nunca.

- Por lo que respecta a la pìntura del alemán RICHERT, se sustenta en un rescate que deje la efigie de lo que no volverá a ser nunca, pero que en el soporte lo será siempre.

- Son seres que ya no saben donde están, los pigmentos los han desgastado e integrado en un espacio irreal, entre el vacío, con el que sueñan, y la tierra. Quizás poseen un pensamiento en el que va penetrando la osamenta en que se convertirá su mohoso cuerpo, y con él la ciénaga de su misterio.

- El pecado es un compás a dos tiempos
- caminando en finas cuerdas de cristal
- y con la boca muy abierta.
(Tomás Martínez)