Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
JESÚS SUSILLA (1965) / CUANDO CONTEMPLAN MIS OBRAS, NADIE TOCA LAS CAMPANAS
La concepción plástica del vasco SUSILLA es para mí -quizá estoy equivocado- una referencia vigorosa de la pintura latinoamericana de una época determinada del pasado siglo.
Ese virtuosismo en el dibujo, en la humanidad desconsolada o rabiosa, desesperada, resignada o suicida, de sus personajes y retratos, llenan un continente con una irreprimible pulsación pictórica que no necesita más apéndices.
En su sentido creativo la significación es tanto como un verificación visual de un significado que viaja dentro y fuera, se manifiesta y expresa, confiere y comunica, se apasiona y decide que en su caso no hay cabida para la rendición.
las palabras son las sombras atadas a los pies de un hombre