
- Las obras de la asturiana GRANADA reúnen rasgos de fastuosidad y de plasticidad que en su fusión contienen evocaciones renacentistas, barrocas y modernistas. Los ropajes de sus protagonistas no cubren ni tapan, encarnan y expresan la singularidad de un cuerpo femenino del que se adueña su propia fantasía.

- Teniendo como protagonista a la mujer, es ella misma la que se significa desde una óptica visual en la que su personalidad se concreta por una parte y se diluye por otra en unos tejidos cromáticos, que postulan una forma de ser y de respirar a partir de vivencias que piensan y sienten la belleza.

- Hay placidez y goce en esas estructuraciones tan bien meditadas, en esas verticalidades que se van ensanchando hasta constituir un culmen que más allá de su despliegue retiniano, concede a la mirada una penetración en la generación de una estética de la que la autora es su primera apasionada.

- Se me desgarra el alma
- con la visión del silencio
- el tenue amarillo de las hojas
- sumergidas por el tiempo
- quiebran el dolor de la inocencia.
(Odalys Hernández)