Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
El artista, cuando es consciente de su desempeño de creador, necesita concebir formas que simbolicen su mundo, sus vivencias, y que a su vez se convierten en un espacio visual para todos.
En el caso de la americana WILSON, sus orígenes y mitos se traducen en personajes que acunan los sueños y en realidades que viven interna y externamente.
Por lo tanto, se trata de un imaginario que se vuelca en la construcción de lo prodigioso y en un significado que se remonta muy lejos aun estando tan cerca.