Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
ISAAC WITKIN (1936-2006) / MI HISTORIA SÓLO TIENDE PUENTES ENTRE LAS FORMAS
La construcción de estas esculturas del sudafricano Witkin son de ciencia ficción por un lado o de esbozar una forma en sus distintas variantes, que es lo mismo que decir en sus propios pensamientos hilvanados.
Dentro de la modernidad la expresión se va depurando en otra dimensión abstracta merced a la idoneidad de los materiales, se les dota por el artista de una consistencia visual y una proyección espacial.
Por consiguiente, en estas obras no cabe más ontología que la que ellas se imprimen al final, las cuales se van de unas a otras, se continúan, y se aferran a la tierra o despuntan en convergencias aéreas.