
- Si la pintura del alemán SCHOLZ seguirá siempre presente es porque la consciencia que ha dado lugar a ella está ahí fuera esperándonos.

- Su gran virtud plástica es que no necesita plasmar un discurso sobrecargado, sino que en base a un esquematismo de volúmenes y cromatismo denso y saturado, nos ofrece una la expresión y representación de unos seres que simbolizan una época indeseable del continente europeo que se ha alargado hasta ahora y continuará haciéndolo en nuestra ausencia.

- Es implacable en el retrato de una fealdad y brutalidad de la que posiblemente estén espantadas ellas mismas. Y siempre hay un resquicio para un gesto humano que todavía sobrevive.

- Con más propósito
- de merienda
- que de enmienda
(Ajo)