Las técnicas de la pintura, manifestaba Lionello Ventura, son infinitas, como son infinitas, hay que agregar, las formulaciones y configuraciones de que se reviste.
En cualquier momento surge un nuevo territorio plástico que nos hace entrever otra forma de ver la vida, porque, lo escribió así Catherine Millet, el arte es lo que inmoviliza al visitante un instante -largo y silencioso, añado-, un impulso que el cuadro da al pensamiento y que hace que, brutalmente llevado hacia un sentimiento desconocido, el pensamiento abandone allá el cuadro como una madera muerta.
¿Cuál es entonces esa epifanía que se produce al situarnos ante las obras del peruano CASTELLANOS? Pues la misma que se desarrolla en nuestro imaginario al entrecruzarse distintas dimensiones y referencias que tocan lo tangible y lo intangible: mitos, creencias, raíces, orígenes, expresión y concepción de la figuración, etc. En definitiva, la esencia de una condición humana que nace para…
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