Es verdad que encontrar los efectos visuales exactos y concretos es el objetivo esforzado y concienzudo de un artista que quiere plasmar y ofrecer al espectador una nueva cosmovisión.
Si nos fijamos en la obra de la estadounidense DONOVAN tenemos que admitir que su cuidadísima escena óptica, nos tramite tanto un cúmulo de sensaciones como una gama de consideraciones sobre el estar y el cómo y dónde permanecer.
Indudablemente sus instalaciones, muy organicistas, muy de embriones en pleno crecimiento y tomando forma, han adquirido un caudal de significados tan efectivos como fantásticos, lo que no es poco en el entorno en que vivimos.
Alguien saca del bolsillo un manojo
de llaves, el amanecer nos ha mostrado
su grácil pie de oscura nieve: policías, mujeres
aplicadas en su escote y unos viejos
bostezan, porque así quieren los ángeles
a Dios, no de otro modo.
(Sigfredo Ariel>)