
- La concepción romántica siempre está presente en el tiempo y en el tiempo, no puede eliminarse porque es consustancial con la condición humana en lo que tiene de videncia y profecía. Y no es que DEIDA, en sus obras, desarrolle un pensamiento de tal índole, sino que se ve en sí mismo y en el hombre como una réplica absurda que empieza a fiarse de lo que es y representa.

- Me atrevo a aventurar que para este artista ese lamento de Carlos del Amor es válido, por cuanto también piensa que “no hay nada peor que un pasado derrotado, un presente cabizbajo y un futuro socorrido”. ¿Qué ayer no ha sido vencido? ¿Qué hoy no está abatido? ¿Qué mañana no está desguarecido?

- Los retratos, con sus rasgaduras y texturas, con sus manchas, signos y vestigios, con sus facciones desencajadas y coloraciones macilentas, exhiben los estigmas de una existencia que les ha dejado con las malformaciones de la angustia y del vacío a punto de estrellarse en nosotros, espectadores que nos consideramos ajenos a ese desbocamiento.

- El arte más genuino recurre necesariamente al subterfugio de la mentira, en el sentido de dar una cosa por otra, clave del lenguaje simbólico. La obra maestra de lo ficticio no sería entonces sino la realidad perfecta de lo imaginario.
(Roa Bastos)