El Dadá es el caos y hay que poner cierto orden, pero sin que la vorágine y la anarquía se detengan. En estas obras se deben permitir todas las licencias porque de lo contrario no habría claridad y coherencia, elementos de fondo que constituyen la simbiosis interactiva de estos fotomontajes.
La alemana HÖCH quiere que la yuxtaposición de planos abarque todo un mundo visual, el mismo que ella comparte, sufre y rechaza más que acepta. La desfragmentación -un camino de ida y vuelta- ha de tener la máxima elocuencia porque es el resultado de un proceso que lo ha visto y después lo ha sintetizado.
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