
- Decía Coleridge que la imaginación tiene el poder de modificar y la fantasía la de agregar. El aragonés GÓMEZ CALVO es fiel a esta apreciación y a mucho más, pues su obra profundiza en la indagación sobre la naturaleza plástica de lo humano y su drama en la oscuridad.

- Hay una perfecta planificación en su quehacer, no ignorando las metamorfosis evocativas que han presidido e influido en su trayectoria, que ilumina paradójicamente las sombras que presiden la existencia, y que descarga en toda su plenitud los valores de una historia y del signo que la acompaña. Como revela Chateaubriand, parece plasmado con la clarividencia del que lo percibe desde el fondo de un atáud.

- Es una obra compacta cuya visión fundamental nos conduce al reconocimiento, al movimiento, al desplazamiento de la mirada por las imágenes, a la transformación que se opera en su encuentro con el receptor, a esa idea ritual entre lo sacro y lo material, entre lo espiritual y lo semántico.

- Me atrevería a señalar que desde el soporte se desprenden voces de delirio, secretos inconfesables e insondables, locuras que ya no se ocultan y se expresan libremente a fin de que la perturbación causada alimente nuestras propias demencias.

- Morir, pero lejos.
- No aquí,
- donde todo es una aviesa
- conspiración de la vida,
- hasta las otras muertes.
(Roberto Juarroz)