
- El hispano-mexicano ZAPATA presenta una nueva serie telúrica en la que según se va iniciado la producción del significante lo hace asimismo la del significado. El lugar es el mismo: una superficie que está inextricablemente fusionada en su condición geológica.

- En estas a modo de vistas aéreas los trazados candentes y geométricos están adentro y afuera de la huella humana, pero solamente se hace visible por el artista de manera unilateral y misteriosa a través de su mediación plástica.

- Así son estas nuevas obras, en las que el calcinamiento de lo terrestre emite ondas cromáticas y sonoras, resonancias que propagan un grito de pasión, amor y odio, un pathos de fuerzas ardientes, agrietadas, resquebrajadas y texturizadas entre unas zanjas negras diagonales que las atraviesan para cegarlas.

- Al entender su hacer como una manifestación que se alimenta incluso de lo cósmico y que tiene en su visión en la más sublime concatenación de toponimias simbólicas, prueba de nuevo que lo matérico sigue en una fase de irradiación y aprehensión física y metafísica de lo creado.

- Pero en la espera había otros materiales
- y hemos forjado nuevas puertas y ventanas,
- y rostros y palabras y silencios,
- armando poco a poco un mundo diferente,
- por encima o por debajo
- o tal vez al costado del otro.
(Roberto Juarroz)