
- La inglesa GILI ha dejado la puerta abierta para que los nocturnos fantasmas interiores y sus linajes entren y hagan compañía, no sólo a ella sino también a todos nosotros, que los vemos avanzar sin pedir permiso.

- Parecen alados, ligeros, sin vísceras, sin órganos, pero vivos con sólo extremidades. Caminan como dueños de un espacio que es suyo y nadie puede osar discutirles. Se sienten seres superiores e imbatibles, construcciones de un devenir postpandémico.

- Mas son una especie de androides del futuro, producto de una creatividad basada en una cosmovisión que busca que la apariencia sea esencia, que cada escultura sea una respuesta lúcida a la locura de nuestra existencia.

- Y el centro de la roca del abismo
- levanta las coronas infinitas
- en medio de la calma transparente.
(Juan Eduardo Cirlot)