Escribía Charles Baudelaire que una buena pintura, fiel o igual al sueño que la alumbró, debe ser creada como un mundo. Lo mismo que la Creación que vemos es el resultado de varias creaciones, de las cuales las primeras fueron siempre completadas por los siguientes, así también una pintura, si está tratada armoniosamente, se compone de una serie de imágenes superpuestas, donde cada nuevo estrato presta mayor realidad al sueño y le hace elevarse un peldaño más a la perfección.
Transcrito lo cual poco queda ya más que decir, porque como señalaba Didi-Huberman: la visión, con independencia de su objetiva verificabilidad, permanece siempre incorregible: ella es la que nos da, a pesar nuestro, la irremediable consagración a los sueños, a los fantasmas o a los deseos de los que está, consciente o no, completamente grávida.
Las abstracciones del cubano DE ORAÁ, a pesar de que está sujeta a una simetría…
Ver la entrada original 62 palabras más