
- El poeta chileno Nicanor Parra, en uno de sus poemas, aludía al hombre imaginario que vivía en una mansión imaginaria rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario. También de unos muros que eran imaginarios, cuyas irreparables grietas imaginarias representaban hechos imaginarios ocurridos en mundos imaginarios y en lugares y tiempos imaginarios.

- El filipino TAPAYA parece haberle tomado la palabra y sin más erige una visión plástica y alegórica que es vaticinio y presagio, muerte y renacimiento, y con la que verifica identidades cromáticas y luminosas, espacios fantásticos y míticos actuando ahora, en el presente, éxtasis que configuran un lenguaje que penetra y se hace magia.

- Son obras que han comenzado una leyenda, una vez confabuladas con la tradición, y se han embebido de antiguas y legendarias creencias, continuando una fiesta que nunca se acaba porque de ella han nacido y forjado su cultura y modo de vida .

- Ni sudor, ni lágrimas, ni orina
- podrán llenar el hueco del corazón vacío.
(Joaquín Pasos)