Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Se ha señalado que las proposiciones artísticas (obras de arte) son de carácter lingüístico, no fáctico. Expresan definiciones de arte o las consecuencias formales de las mismas.
En lo que se refiere a la obra del irlandés GOUK, con lo lingüístico está lo físico, lo táctil, lo somático, por cuanto la gama cromática de sus obras se erigen en zurcidos, cosidos, remiendos, que se plantean ser solamente un destino plástico.
Cada brochazo o trazo, grueso, empastado, saturado, cuenta en sus movimientos, en sus mezclas y capas, una historia del autor, un estado de ánimo, un pensamiento inquieto, un delirio que únicamente se expresa así, contra viento y marea.