Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
En cada pieza abstracta hay una historia detrás, un momento en que el movimiento del artista la va construyendo capa a capa, sintiendo en cada elección cromática, en cada mancha, la vivencia que ha culminado en una sensación.
El americano SEERY, ilumina esos relatos con unos recursos y estrategias compositivas muy depurados, pero dejando que el orden en el espacio se conforme según el juego de sentimientos y contrastes emocionales.
Para la mirada la riqueza y variabilidad de trazos, de goteos, de saturaciones, de tiznes y de embadurnamientos, es la ceremonia de sus propias evocaciones y sensaciones, de pasiones incluso que les transmiten en sus recodos vitales más guardados.