
- En estas abstracciones del catalán GRAU queda muy claro que no hay certidumbres, que el pensamiento es el culpable de que hayan desaparecido entre vértigos, líneas, curvas, manchas, espirales, derrames, capas, signos, que transfieren al soporte los gestos de esa indecisión.

- Cierto es que el color, sus distintas variantes, sus riñas con los enrevesados lineales, su insolencia o timidez en las distintas situaciones, nos obligan a enmarcar las obras como significaciones de su lucha por salir del creador o quedarse dentro de él.

- Pero para él no hay otro propósito explícito más que el expresar y el tensar, el poder sentir e imaginar, hacer navegar al espíritu sensibilizado en ese caos que al final, alumbrando, le pone fin con la magia de lo plasmado.

- Las manos, las inocentes
- acuden siempre al engaño.
- No van lejos, sólo van
- hasta donde alcanza el tacto.
(Pedro Salinas)